Almanzor

Almanzor (Algeciras, c. 939-Medinaceli, 9 de agosto de 1002), mediante la audacia y la inteligencia, pasó de ser un escriba que se ganaba la vida escribiendo sentado a la puerta de los juzgados a ser el hombre más poderoso del Califato Omeya de Córdoba. Instauró un régimen militar que justificó con continuas y destructivas campañas militares contra los reinos cristianos del norte. Fue el cenit del poder musulmán en España, pero también abrió la puerta para su ocaso.

Godoy

Manuel Godoy (Badajoz, 12 de mayo de 1767 – París, 4 de octubre de 1851), hijo de un hidalgo y militar extremeño, llegó a ser el hombre más poderoso de España. Los sectores más reaccionarios nunca le perdonaron ser manifiestamente admirador de las ideas ilustradas, lo progresistas le vieron siempre como un siervo al servicio de un déspota y  el pueblo llano, como un traidor que vendió España a los franceses. No extrañará que muriese pobre y olvidado por todos en una pensión de París. Pero tras esas imágenes sesgadas por el interés político, aparece un hombre hecho a si mismo y con una biografía apasionante.

Napoleón

Napoleón Bonaparte (Ajaccio, 15 de agosto de 1769-Santa Elena, 5 de mayo de 1821) vivió y protagonizó una de las épocas más convulsas de Europa: la de la Revolución Francesa. La Revolución le llevó de artillero con escaso futuro a general en jefe del ejército francés, y de nacionalista corso antifrancés a Emperador de Francia.

Stalin

IOSIF STALIN (Gori, Georgia, 1878-Moscú, 1953) se formó en un seminario y llegó a la política de la mano de nacionalismo georgiano, pero el contacto con el socialismo cambió su vida. Su juventud fue una sucesión de cárceles y deportaciones, pero siempre demostró un compromiso absoluto con la causa y una disciplina firme hacia Lenin, el líder de los bolcheviques rusos. Esto le llevaría hasta la dirección del Partido Comunista, instaurando un régimen autocrático basado en el terror.

Hernán Cortés

Hernán Cortés (Medellín, 1485-Castilleja de la Cuesta, 1547), protagonista de la conquista de Méjico, fue un joven ambicioso e inquieto, que llegó a América con muchos sueños y pocos recursos. En una sangrienta y azarosa campaña militar arrasó el Imperio Azteca con unos pocos cientos de soldados españoles.

Einstein

Albert  Einstein (Ulm, Alemania, 1879-PRINCETON, EE.UU., 1955) fue el padre de la física actual y no deja de ser paradójico que sus principales aportaciones las hiciera en los momentos más difíciles de su vida, tanto a nivel profesional como personal.

Felipe II

Felipe II de Habsburgo (Valladolid, 1527-El Escorial, 1598) representó el punto álgido de la hegemonía española en Europa y, precisamente por eso, concitó en su persona buena parte de los mitos en que se basó la llamada “leyenda negra antiespañola”. Hombre trabajador, pragmático y no falto de inteligencia, se vio sin embargo superado por guerras interminables y una vida privada compleja.

Miguel Hernandez

Miguel Hernandez (Orihuela, 1910-Alicante, 1942) se educó en una ambiente humilde y religioso, y con ese aspecto llegó a Madrid con pretensiones de ser poeta. Allí conocería la fama y el socialismo, pero la Guerra Civil truncaría su vida y su carrera.

Che Guevara

Ernesto "Che" Guevara (Rosario, Argentina, 1928-La Higuera, Bolivia, 1967) fue un comunista convencido y entregado a la causa hasta sus últimas consecuencias. Brazo derecho de Fidel Castro durante la revolución cubana, no se adaptó a las exigencias de llamado “socialismo real” y pretendió extender el modelo de la guerrilla comunista al resto de Iberoamérica. Su muerte le convirtió en un mito.

Julio Cesar

Julio Cesar (Roma, 100 a.C.-44 a.C.), brillante militar y controvertido político, desarticuló la oligárquica República y construyó las bases del Imperio Romano. Hombre inteligente, generoso, audaz y gran vividor, levantó tanto en vida como tras su muerte las más encontradas pasiones ¿Quién fue César, un tirano o un estadista visionario?

Gandhi

Mahatma Gandhi (Porbandar, India, 1869-Nueva Delhi, 1948) tuvo una esmerada educación occidental, pero la situación de marginación de los indús frente a los europeos incluso dentro de su propio país le impidieron ganarse la vida con sus estudios de derecho. Se convirtió en una curiosa mezcla de santón y activista político por la independencia de la India. Defendió la no violencia y la resistencia civil como métodos de lucha contra los ingleses, pero nada pudo hacer frente al fanatismo religioso que desató la independencia.

Antonio Machado

Antonio Machado (Sevilla, 1875-Colliure, 1939) es el poeta más representativo de la llamada Generación del 98. Hombre culto, humilde y prudente, no pudo eludir sin embargo la tragedia de las Dos Españas, viéndose arrastrado hacia el compromiso político primero y la muerte en el exilio después.

La Pasionaria

Dolores Ibárruri, Pasionaria (Gallarta, 1885-Madrid, 1989) creció entre los mineros de Vizcaya, condenada a una vida de privaciones y abusos que parecía ineludible, pero las ideas comunistas le ofrecieron otra alternativa. En una época en que no abundaban las mujeres en la política, ella se convirtió en el referente del comunismo español, papel que nunca abandonaría.

Robespierre

Robespierre (Arrás, 1758-París, 1794) quedó huérfano siendo niño y se crió en un colegio rodeado de nobles que le despreciaban por no serlo. Tremendamente inteligente, terminó graduándose en leyes y convirtiéndose en una persona culta de ideas renovadoras. El estallido de la Revolución le llevaría a convertirse en líder del sector más radical, los jacobinos, y en protagonista, probablemente a su pesar, de los episodios más sangrientos de la revolución.

Mao Tse Tung

Mao Tse Tung (Shaoshan, 1893-Pekín, 1976) El controvertido líder comunista chino trató primero de instaurar en su país el modelo político-económico estalinista y, tras su fracaso, de reorientar la revolución con lo que él llamó Revolución Cultural, que terminaría desembocando en un baño de sangre. China se alejó así tanto de los países occidentales como de sus correligionarios soviéticos, viviendo en un aislamiento casi total hasta su muerte.

Martin Luther King

Martin Luther King (Atlanta, 1929-Memphis, 1968) Hombre íntegro e inteligente, lideró la gran rebelión de los negros americanos contra la segregación racial. Partiendo de las ideas de Ghandi y Thoreau sobre la desobediencia civil y la no violencia, logró la aprobación a mediados de los sesenta de leyes federales que proscribían la segregación racial. A partir de entonces su discurso se radicaliza, pretendiendo también conseguir la igualdad en  términos económicos y sociales. Un extremista terminó con su vida cuando se hallaba en esta segunda lucha.

Juana la Loca

Juana la Loca (Toledo, 1479-Tordesillas, 1555) heredó, contra todo pronóstico, un reino, Castilla, pero también una enfermedad mental, y eso en un a época en la que este tipo de patologías despertaban toda clase de supersticiones. La casaron por intereses políticos con un hombre, Felipe el Hermoso, amigo de la buena vida y sin ningún interés por ella. Juan nunca se adaptó al ambiente que reinaba en Flandes, donde tuvo que trasladarse, y su progresivo deterioro mental la condujo a un palacio-cárcel donde pasaría, aislada, la mayor parte de su vida.

Margaret Thatcher

Margaret Thatcher (Grantham, 1925-Londres, 2013) fue la primera mujer diputada y la primera jefa de gobierno de Gran Bretaña. Fue también uno de los grandes referentes del llamado neoliberalismo (o neoconservadurismo en Estados Unidos) de la mano de una política centrada en reducir el tamaño del Estado y el poder de los sindicatos para mejorar la competitividad de la economía británica.

Gadafi

Gadafi (Sirte, Libia, 1942-2011) fue un joven militar fascinado por la fusión que del socialismo marxista y las tradiciones árabes había llevado a cabo Naser en Egipto durante los años 50. Veinte años después, daría un golpe de Estado tratando de imponer su propio modelo de orden social, una curiosa mezcla de tradiciones beduinas, Islam y marxismo. Todo terminó en una dictadura sangrienta.

Isaac Newton

Isaac Newton (Woolsthorpe, 1646-Londres, 1727) fue, probablemente, el físico más influyente de la historia, pero a él le interesaron otras muchas cosas, como la filosofía, la teología, la mecánica e incluso la política. Su brillantez intelectual ocultaba a un hombre introvertido y solitario.

Isabel I

Isabel I de Trastámara (Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451 - Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504) estaba llamada, como todas las infantas que la habían precedido, a terminar sus días en un convento o a ser casada por conveniencia política al gusto de su hermano Enrique, que era el cabeza de familia. Sin embargo, una serie de hechos azarosos primero y su inmensa decisión después la convirtieron en reina de Castilla.

Mozart

Mozart (Salzburgo, 1756-Viena, 1791) fue un genio de la música y un avanzado a su tiempo, que pretendió vivir como un hombre libre y no como un criado de los aristócratas, que es a lo que aspiraban los músicos de su tiempo. Ni siquiera su inmenso éxito le permitió conseguirlo.

Edgar Hoover

Edgar Hoover (Washington, 1895-1972) dirigió el FBI durante 40, tiempo en el que acumuló suficiente información para controlar incluso a los presidentes del país. Fanático anticomunista, revolucionó las técnicas de trabajo de la organización y supo explotar como pocos el impacto mediático de sus actuaciones. Más allá de su trabajo no había casi nada, incluso vivía en la oficina.

Rousseau

Rousseau (Ginebra, 1712-Ermenonville, 1778) es uno de los filósofos políticamente más influyentes de la historia, y  en sus libros está el germen tanto del liberalismo político como del socialismo, las grandes ideologías que protagonizarían la historia a partir de entonces. Su enorme influencia política contrasta con una vida privada muy poco exitosa.

Fernando VI

Fernando VI (Madrid, 1713-Villaviciosa de Odón, 1759) se crió con una madrastra que le ignoraba y un padre enfermo mental, pero un matrimonio de conveniencia con Bárbara de Braganza le permitieron vivir los años más felices de su vida. En política dejó trabajar a sus ministros y propició uno de los pocos periodos de paz y prosperidad que había vivido España en varios siglos.

Sissi Emperatriz

Sissi Emperatriz (Munich, 1837-Ginebra, 1898). El cine y su trágica muerte a manos de un anarquista crearon un mito tras el que poco o nada hay de cierto. Fue una mujer solitaria y caprichosa, obsesionada con un físico que no le daba sino disgustos, y una madre, cuando menos, discutible.

Elvis Presley

Elvis Presley (Tupelo, Misisipi, 1935-Memphis, 1977) fue el gran divulgador del Rock a partir de los años 50. Fue el primer músico que construyó su  imagen a partir de los nuevos medios de comunicación, de la radio y el cine primero y de la televisión después. Acumuló más fama y dinero del que nunca pudo soñar, pero desde finales de los 60 soplaron nuevos tiempos y él no pudo adaptarse a ellos.

Quevedo

Quevedo (Madrid, 1580-Villanueva de los Infantes, 1645) fue uno de los grandes autores del Barroco español, pero él no se conformaba con eso, quería formar parte también de la élite cortesana, tener poder político. Sin embargo carecía de los recursos necesarios y su personalidad tampoco era la adecuada.

Marqués de Sade

Marques de Sade (París, 1740-Charenton-Saint-Maurice, 1814), literato, filósofo, libertino y probablemente enfermo mental, pasó de aristócrata descarriado a presidiario después y, por último, a fervoroso revolucionario durante la Revolución Francesa.

Ortega y Gasset

Ortega y Gasset (Madrid, 1883-1955) fue el filósofo más representativo de la Generación del 98, preocupado como sus coetáneos por regenerar España, lo que implicaba modernizarla, europeizarla y dotarla de unas élites cultas y responsables. Terminaría por convertirse en un personaje incómodo para todos, para la derecha y para la izquierda, pero ello no resta valor intelectual a su obra, ni interés a su vida de compromiso con el progreso del país.

Dali

Dali (Figueras, 1904-1989) se adscribió a movimiento surrealista, aunque de un modo muy personal. Triunfó en Europa y en Estados Unidos, no sólo por la calidad de su obra, sino porque fue capaz de construir un personaje público entre transgresor y cómico que le hizo famoso en todo el mundo. Más allá de la fama, nos encontramos con un hombre obsesionado con el trabajo y de personalidad más que extraña.

Durriti

Durruti (León, 1896-Madrid, 1936) fue el gran héroe de anarquismo español durante la Guerra Civil. Tras el mito se esconde un hombre muy controvertido, fue terrorista, atracador de bancos, presidiario, exiliado y jefe militar de los anarquistas catalanes.

Marylin Monroe

Marylin Monroe (Los Ángeles, 1926-1962) se convirtió en la estrella más resplandeciente de Hollywood, pero ella siempre se sintió insegura e insatisfecha. Con una infancia trágica, llegaría al cine de forma prácticamente casual, arrastrando serios problemas psíquicos que, a la postre, la conducirían hacia el suicidio.

JF Kennedy

JF Kennedy (Brookline, EE.UU., 1917-Dallas, 1963) fue un joven calavera que, por azares familiares, heredó el objetivo de su padre: ser Presidente de los Estados Unidos. Lo consiguió, siendo el primer (y único) presidente no protestante de la historia del país. Su trágica muerte y su evidente atractivo personal ocultaron sin embargo a un hombre muy diferente de lo que era su imagen pública.

Eduardo VIII

Eduardo VIII (Londres, 1894-París, 1972) fue convertido en una figura romántica y glamorosa por los muy condescendientes medios de comunicación de la época, pero la realidad fue siempre otra y mucho menos romántica.

Hitler

Hitler (Braunau, Austria, 1889-Berlín, 1945) quiso ser artista, pero ni siquiera pudo formarse como tal, y se explicó ese fracaso personal acudiendo a una idea muy extendida en la Europa de su época: los judíos tenían la culpa. El antisemitismo y un nacionalismo fanático le conducirían hasta el nazismo, movimiento que terminó liderando.

Coco Chanel

Coco Chanel (Saumur, Francia, 1883-París, 1971) fue la diseñadora más trascendente del siglo XX, responsable de un nuevo modelo de mujer alejado de los estereotipos femeninos tradicionales. Huérfana y sin recursos, pero enormemente inteligente y decidida, terminaría siendo un empresaria de éxito, aunque también una mujer extraña y solitaria.

Bin Ladem

Bin Ladem (Riad, Arabia Saudí, 1957-Abbottabad, Pakistán, 2011) nació en una familia adinerada, pero su fanatismo religioso le llevó a abandonarlo todo y entregar su vida a la lucha contra los enemigos del Islam. Fundó al-Qaeda para coordinar a todos los grupos terroristas islámicos y reorientar sus ataques hacia los países occidentales, este objetivo fracasó, pero sus sanguinarios seguidores extendieron el terror por medio mundo.

Charles Chaplin

Charles Spencer «Charlie» Chaplin (Londres,  16 de abril de 1889-Vevey, Suiza, 25 de diciembre de 1977) sufrió una infancia terrible que bien pudo haberle conducido por senderos muy distintos de los que finalmente transitó. Con trabajo y mucho talento creó un personaje inolvidable,  “Charlot”. Rico e influyente desde los años 20, el ambiente político ultraconservador de los 50 y el cine sonoro terminaron por apartarle de la industria cinematográfica.

Andy Warhol

Andy Warhol (Pittsburg, 1928-Nueva York, 1987) es padre del llamado Pop Art, o Arte Popular, construido a partir de la estética y los contenidos de la llamada “cultura de masas”. Su enorme éxito profesional y su inmensa influencia en la estética de los años 60 y 70 esconden, sin embargo, a una persona acomplejada, insegura, que poco tenía que ver con su imagen pública.

Cleopatra

Cleopatra (Alejandría, 69 a.C.-30 a.C.) fue una superviviente, primero de las luchas intestinas dentro de su familia (ella fue la única que conservó la vida) y luego de las tramas políticas de los romanos. Sus relaciones sexuales con Julio César primero y con Marco Antonio después le trajeron la antipatía más furibunda de los sectores más conservadores de Roma y ellos crearon lo fundamental de la imagen que de ella ha llegado hasta nosotros.

Amadeus Mozart

Amadeus Mozart (Salzburgo, 1756-Viena, 1791) fue un genio de la música y un avanzado a su tiempo, que pretendió vivir como un hombre libre y no como un criado de los aristócratas, que es a lo que aspiraban los músicos de su tiempo. Ni siquiera su inmenso éxito le permitió conseguirlo.

Pablo Picasso

Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), el padre del cubismo, revolucionó el arte de su tiempo y  los recondujo hacia los senderos de la abstracción, siendo así una de las figuras más relevantes de toda la historia del arte. El trabajo era su vida y ello le provocó no pocos problemas en su vida privada. El ascenso del fascismo en los años treinta le llevó hacia el compromiso político, con la defensa de la República primero y con el movimiento comunista después.

Francisco de Goya

Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 30 de marzo de 1746-Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828) representa una de las cumbres de la historia del arte español. Su vida tuvo dos fases diametralmente opuestas: una primera caracterizada por una enorme ambición y un optimismo que se puede ver en cada una de sus obras, pero ya en la ancianidad todo se le vino abajo, sus amigos muertos o perseguidos, la horrible guerra contra los franceses y su propia decadencia física marcarían un cambio radical en su forma de ver el mundo.