Dali (Figueras, 1904-1989) se
adscribió a movimiento surrealista, aunque de un modo muy personal. Triunfó en
Europa y en Estados Unidos, no sólo por la calidad de su obra, sino porque fue
capaz de construir un personaje público entre transgresor y cómico que le hizo
famoso en todo el mundo. Más allá de la fama, nos encontramos con un hombre
obsesionado con el trabajo y de personalidad más que extraña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario